¿Qué es lo que pasa con las familias de ahora? Niños que pegan a los padres, violencia de género, órdenes de alejamiento, etc… Seguro que estáis hartos de escuchar hablar de ello, tanto en la tele, como con vuestra familia y amigos. ¿Y por qué?
¿Eran más felices las familias de antes, más obedientes y estructuradas, o son más felices ahora, con tanta libertad de expresión y derechos (que provocan denuncias, coacciones, amenazas por parte de los hijos…etc)?
No necesariamente. No todo es lo que parece, ni todo parece lo que es.
A mi parecer (no digo que sea)…todo este cambio -a peor- que percibimos está justificado en gran parte por dos factores, que según se combinen, explicarían muchos de los casos que se vienen dando.
El primero de los factores que hay que considerar es la educación (sí, habréis pensado: «obvio»):
España ha vivido un cambio muy brusco desde lo de Franco.
Antes era un país puramente católico, reprimido, con normas estrictas de conducta y con relativamente poca preocupación por los derechos individuales de ciertas minorías. (No busco hacer un debate histórico, pues hablo desde la humilde opinión de alguien a quien no le interesan más de lo necesario ni la política ni la historia)
Ahora es un estado en busca de la libertad tanto individual como grupal,, de todas las minorías, y ha dejado de ser estrictamente católico, buscando el respeto por otras religiones y creencias espirituales.
Básicamente, nos hemos abierto a vivir experiencias nuevas, contrastar opiniones y construir conocimiento.
Y aquí viene lo interesante. El segundo factor que considero fundamental, es la personalidad (educación, personalidad y entorno se combinan y dan lugar a nuestro comportamiento).
4 combinaciones posibles a la vista:
–Educación estricta+Personalidad fuerte/robusta = Padres resistentes al cambio. Estancados en el pasado, que identifican los lazos sanguíneos con el afecto y usan con sus hijos un estilo educativo autoritario.
–Educación estricta+Personalidad abierta = Padres que de niños se comportaron como debían para adaptarse, que no quieren que sus hijos pasen por lo mismo y les dan más cariño y comprensión (liberan su personalidad)
–Educación «liberal»+Personalidad fuerte/robusta = Padres «idealistas», defensores de la igualdad y buscadores activos de una sociedad en perfecta armonía.
–Educación «liberal»+Personalidad abierta = Padres muy cariñosos y afectivos que tienden a la irresponsabilidad y al descuido de sus hijos por usar a veces un estilo demasiado permisivo en la educación de los hijos.
No son categorías de todo o nada. Obviamente influyen el sexo, la edad, la historia personal…etc pero nos dan un punto de referencia sobre el que reflexionar.
Otra demostración de que los polos opuestos son la mejor combinación. La mejor forma de mantenerse en equilibrio.
La primera combinación, con un estilo autoritario mal manejado, puede desencadenar una rebelión por parte de los hijos, o favorecer depresiones…etc
La última combinación, con un estilo demasiado permisivo, puede provocar que sean los hijos los que maltraten a los padres y adquieran el control.
Las opciones más equilibradas son la 2 y la 3, sin ser por ello perfectas (repetimos lo de que influyen muchísimos otros factores a tener en cuenta)
¿Todo este rollo aburrido que estoy soltando a qué nos lleva?
La sociedad actual está repleta de todos estos casos -con sus más y sus menos- y podemos verlos a diario si nos fijamos bien. Pero no es tan útil verlo en los demás, como verlo en nosotros mismos.
¿Con qué categoría os sentís más identificados?
¿Qué cosas buenas tiene?
¿Qué cosas malas tiene?
¿Qué podéis hacer para que vuestro estilo no desemboque en problemas?
No podemos cambiar nuestra educación ni nuestra personalidad, pero sí modularla y regularla para que el resultado sea un comportamiento no destructivo ni dañino.
Todo es cuestión de que sepamos ver en nuestro interior.
Un abrazo enorme.
José A. Juárez – Terapeuta sexual y de pareja
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