Terapeuta de pareja de corazón
Ya desde pequeño, todo era para mí un mundo de melancolía y sufrimiento por no encontrar pareja, pero era una sensación extraña: ese sufrimiento me parecía bonito, enganchaba. Pasaban los años y los intentos fallidos y los rechazos se iban amontonando en mi autoestima. ¿Dónde está el problema? -me preguntaba yo, pero nadie me daba una solución, o eso creía. Lo que me decían era que «me rayaba mucho» y yo lo negaba hasta el punto de odiar esa expresión. Negación tras negación, confusión e incertidumbre, amistades perdidas, sufrimiento… Así pasaron los años, y ya cerca de la mayoría de edad, encontré por internet el libro «amar o depender» de Walter Riso, que cambió mi forma de ver la vida (porque no cambió mi vida, me cambió a mí), al darme cuenta de que mi problema era de autoestima y de mi idea absurda de cómo debía ser el amor. Ese amor tan idílico y romántico, propio de películas Disney que tanto se aleja del amor real era la fuente de mis problemas, y sólo el enfoque de un experto me hizo ver la verdad que yo negaba: tenía dependencia emocional.
Y desde entonces, antes incluso de entrar a estudiar Psicología, he leído tantos libros relacionados con el amor, he vivido y puesto en práctica con mi pareja actual todo lo aprendido (Unos cuantos años y varios problemas graves superados que nos han dado una estabilidad y una tranquilidad envidiable) y he ayudado a tantas parejas y amigos que mi experiencia profesional no comenzó cuando terminé Psicología, sino que realmente llevo desde 2008.
Este fue el principal motivo por el que decidí estudiar Psicología, el mundo de las parejas y el amor, porque formaba parte de mí y lo tenía claro: yo era terapeuta de pareja hasta antes de obtener el título. Así que por muy bien que se me puedan dar otras ramas de la psicología, como la depresión, la ansiedad, las fobias, etc… tengo claro que quiero dedicar mi vida a este ámbito concreto, para ofrecer un servicio experto en constante mejoría y ayudar a personas que, como me pasó a mí, sufran por amor creyendo que es lo normal, y desperdicien junto a su vida sentimental, otras muchas facetas de su vida.
El área de las relaciones de pareja (y su ámbito sexual) es una de las más importantes de nuestra vida porque nos permite niveles de felicidad extremos, pero a la vez sufrimientos extremos. Debido a la cantidad de mitos, idealizaciones, estudios y tabúes que rondan estas áreas, vemos claramente que supone una de las áreas más confusas y desconocidas para la población mundial, por lo que la probabilidad de sufrimiento extremo se mantiene al alza (véase la cantidad de casos de violencia de género y divorcios)…
Es ahí donde entramos nosotros, los terapeutas de pareja, demostrando que el sufrimiento en una relación se puede controlar, y que las crisis de pareja solo son ciclos de adaptación pasajeros.